domingo, agosto 13, 2006

Paperback writer, writer, writer...

Parte IV (Epílogo)


Miren donde vino a parar Iván K, el escritor inmortal, nuestro querido escritor por encargo, el autor de las Noches Blancas, el mediocre del talento perdido, nuestro personaje sacado de la literatura de moda o del Chinatown. En un plagio de Las Babas del Diablo (o de lo que sea). Ahí, en esa eterna secuencia de blanco y negro, junto a Madeleine que ahora le entierra una mirada de las suyas. Ahora ella se ríe y él deja de manotear. Empiezan a caminar sin cruzar palabra. Tranquilos. La escena (como siempre prestada, como siempre truculenta) es la del final de Broadway Danny Rose. Pero aquí no hay créditos, nunca habrá créditos en esta escena. Ahí están los dos para siempre. Ellos, Iván K y Madeleine, están ahí por siempre. En una suerte de continente atemporal solamente comparable al remanso tranquilo de la nada. En esta historia cuyo final es lo más parecido a la cadencia del coro de Paperback Writer. Un final que no se acaba, que se deslíe sobre sí mismo en la palabra writer, writer, writer...